Es el hijo de un amigo y hace un trabajo universitario sobre
el ya cadáver mundo de los blogs. En medio de la entrevista, a la que contesto
a través del móvil mientras observo desde mi ventana cómo los relámpagos cruzan
de lado a lado el cielo urbano de este viernes de junio - el bochorno asesino de todo
el día ha dado paso a feroces tormentas que han paralizado las actuaciones del Azkena por seguridad de
público y músicos- me pregunta quién es en realidad Bruno Pekín. Y me doy
cuenta de que jamás me lo había planteado. Bruno Pekín, le digo improvisando,
es…bueno… alguien…ingrávido, sí, y bastante cobarde, o en todo caso nada
valiente, inconstante, muy inconstante, incapaz de compromisos profundos, bueno, ni superficiales tampoco, si hay que ser sinceros, volátil,
radicalmente inútil para todo lo convencionalmente práctico y, eso sí, un superdotado de lo etéreo, el Barón Rojo de las chuminadas. No está casado, nitiene casa a su nombre (vive en perpetuo alquiler) , ni hijos, ni coche, ni trabajo, ni un traje con corbata, qué
desastre, un DNI sí, y un pasaporte, por alguna parte, y grandísimos amigos, y amor, también.
En realidad, Bruno Pekín es un caminante anónimo más, tirando a gris
y muy discreto que vive en Bilbao, aunque en realidad lo que le gustaría es
convertirse en El Hombre Enmascarado, el Fantasma, su héroe, el personaje cuyas
aventuras sigue día tras día desde su más tierna infancia a través de las
inconexas tiras del periódico local. Carece de un perro que se llame Diablo, pero
igual que su ídolo, Bruno tiene dos anillos: uno con la calavera para marcar a
los malos y el otro con el símbolo de la paz para marcar a los aliados.
Y a estas alturas de su vida y de este blog... de MI vida y de este BLOG, le digo al estudiante, ha llegado la hora de utilizarlos.
4 comentarios:
Ansiosa porque los utilices!
Eres grande, Bruno Pekin. Doy fe.
El fantasma!!! imposible mejor analogía... ;-)
Aqui tu fiel escudero
conozco a Bruno Pekin.Gran tipo, y además siempre te ofrece una birra a tiempo.Imprescindible bruno.
Me has traido muy buenos recuerdos. Adoraba al hombre fantasma.
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