Ya en el primer minuto el zumbado de Ginger Baker, a estas alturas con más
de 70 años de estresante vida, rompe la nariz de un bastonazo al director del
film. “Beware Of Mr. Baker” es un estupendo documental sobre el diablo pelirrojo, uno
de los baterías más salvajes del rock (y
también más colgados, que en el caso de los baterías es decir mucho), miembro
junto a Eric Clapton y Jack Bruce (con quien se partía la cara un día sí y otro
también hasta hacer saltar las lágrimas
de pura desesperación a Clapton) de CREAM. Tras esos dos años de gloria
(1966-1968) fue a sacar de quicio a Steve Wimwood en BLIND FAITH. Y a partir de ahí una carrera delirante
marcada por la heroína y un nomadismo constante (más que nada porque nadie le
podía aguantar mucho tiempo) que le lleva desde Nigeria a Hollywood para acabar
recabando en Sudáfrica, donde reside
actualmente rodeado de perros y caballos.
Lo mejor de “Beware of Mr. Baker” es que tanto hijos, mujeres, socios y
músicos (destacando Eric Clapton, Jack Bruce y Johnny Rotten, aunque desfilan
muchos más) coinciden en que estamos hablando de un impresentable del quince,
un perfecto cabronazo. No cae bien a nadie. Lo expresa perfectamente Jack
Bruce : “Hoy día estamos felices de coexistir en diferentes continentes, él en
Sudáfrica y yo en Inglaterra. Aunque estoy pensando en pedirle que cambie
nuevamente de residencia. Todavía está un poco demasiado cerca”.
Pero eso sí:¡qué forma de tocar la batería!. Un monstruo.
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