domingo, 29 de junio de 2008

Videos Incombustibles nº 3

Esta es la extraña alianza entre el mundo fantástico del pintor belga james ensor y una decadente canción de gramófono. Que lo disfrutéis. Y recordad lo que dijo Mark Twain : "cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando nos muramos, hasta el de la funeraria lo sienta". Que así sea.

martes, 24 de junio de 2008

viaje al fin del bosque


Autobús mañanero desde Bilbao hasta Legazpi, el corazón de Euskal-Herria. O uno de los corazones...O el higadillo...O la próstata...O...¡ O yo que sé¡...A lo que vamos: el autobús. Si esto fuera el tour de la francia, esta sería una etapa reina, n0 lo dudéis...Un rompepiernas demoledor para anónimos héroes del asfalto repleto de repechos traicioneros, curvas imposibles y pendientes modelo tumba-abierta. Es un trayecto diseñado para adictos al derrapaje, para obsesos de la ruleta rusa sobre ruedas, y todo esto está al alcance de cualquiera, adquiriendo tan solo- y por un módico precio- el dulce billete que no tarda en licuarse en la palma de la mano bajo el efecto de tensiones más propias del desembarco de Normandía que de un viajecito interpueblos.
Al poco, en el bus, comienza un ir y venir a por bolsas para potar, tan diminutas de embocadura las muy cabronas, y tan arcaicas, pero gratuitas, cuánta bondad. Aquí y allá, desparramados por los asientos del bus coctelera, destacan algunos penachos propios de las tribus locales, cráneos rapados como melocotones a los lados, y con una cresta trenzada que arranca densa en la frente y va perdiendo fuerza hasta la nuca, deshilachándose sobre los hombros, hay tambien amplia profusión de piercings tensos, lobulares, napiales, labiales y giroscópicos ...todo es tan...tan autóctono... Todos dormitamos o malrumiamos alguna paranoia mientras flotamos entre montañas verticales, rozando merenderos desiertos que aparecen envueltos en una neblina blanca y sólida por la que, de vez en cuando, asoman ovejas psicodélicas de ojos alucinados, caseríos olvidados por alguna máquina del tiempo y hoscos ayuntamientos con un fuerte olor a mociones de censura... Txukun, txukun, piuffffff, burruummm, la máquina traqueteante cruza la vieja Euskadi, dejando atrás ermitas de misas lentas y húmedas, poteadores tempranos de camisas recién planchadas, y un horizonte inminente con olor a rabas y vermú y comidas familiares de alto riesgo...Ay, ay, ay...Ahí está esa extraña macedonia de ciclistas suicidas, emakumes caminando veloces, con el jersey atado a la cintura, saltando sobre sus playeras blancas mientras tratan de ahuyentar tantos quebraderos de cabeza, tanto peso ajeno hecho propio...ciñendose aplicadamente a la estrecha línea de asfalto verde que les marca el camino, ajenas al pescador jubilado que las espía desde el otro lado de la campa, justo detrás de aquellos árboles...Pego la frente al cristal que separa dos mundos y escucho el disco que suena ahí mismo, en el altavoz sobre mi cabeza. La canción está ahí desde que salimos de Bilbao y se integra en el paisaje como si estuviera hecho para él. Es Camela. Y suena de puta madre. Qué cosas, che. Todo está bien. Halando claro: inmejorable.

jueves, 19 de junio de 2008

Necrópolis

Franz Shubert se despide del mundo con 31 años, sífilis. Juan Crisóstomo Arriaga muere días antes de cumplir 20 años. Emili Bronte no necesita salir de su caserón familiar en Yorkshire para escribir "Cumbres Borrascosas" y palmarla a los 30 años de tuberculosis. La misma edad que tiene Nerón cuando opta por suicidarse. A Edgar Allan Poe el delirium tremens se lo lleva al otro barrio a los 40 años. Boris Vian muere de un infarto en la oscuridad de un cine de Paris contemplando la adaptación cinematográfica de su novela "Escupiré sobre vuestra tumba". Tenía 39. La misma edad a la que la diña Kafka sin haber editado nada y con ordenes expresas de que sus manuscritos fueran quemados íntegramente (evidentemente, le traicionaron). Shelley se ahoga con 29 tacos en el golfo de Spezia. Janis Joplin, sobredosis a los 27. Los mismos que Jimmi Hendrix. Y Kurt Cobain. Y Jim Morrison. James Dean se da la ostia con 24 sin haber oido hablar jamás del cinturón de seguridad ( en accidente de tráfico tambien mueren Albert Camus, Manolo Caracol, Roland Barthes, Tino Casal, Gaudí, Grace Kelly, Cecilia, Bruno Lomas, Linda Lovelace, Carlos Monzón, Murnau, La Niña de Antequera, Marc Bolan, Abebe Bikila, Fernando Martín...). San Mamés sufrió martirio y óbito (le remataron clavándole un tridente en el abdomen) con 17 años. Lady Di, Bob Marley y Marilyn Monroe, cada uno a su manera, dijeron bye-bye con 36. Che Guevara con 39. Mozart no pasó de los 35. Tampoco Charlie Parker. Ni Georges Bizet de los 37. Nino Bravo, 29 (¿a que parecía más viejo?). Billy the Kid es acribillado con 21 años.A Alejandro Magno se lo lleva el tifus con 33. Idéntica edad a la que un cáncer de útero derrota a Eva Perón. A Rodolfo Valentino, una peritonitis, tenía 31 años. Sharon Tate, asesinada a los 26 . Jaco Pastorius muere a los 36 años tras una paliza del vigilante de seguridad del club Midnight Bottle(cinturón negro de karate) que tan solo cumpliría 5 meses de cárcel. Marvin Gaye murió por un disparo de su padre la víspera de cumplir 45 años. Ritchie Valens (con 17 años) y Buddy Holly(23 años) mueren en el mismo accidente de avioneta el 3 de febrero de 1959, una fecha desde entonces conocida como "el día que murió la música". El general Custer tenía 37 años cuando fue masacrado por los guerreros sioux de Caballo Loco. Salvador Puig Antich fué ejecutado cuando contaba 25 años. Juan Paredes Manot, "Txiki", tenía 21. Jose Antonio Primo de Rivera es fusilado con 33 años. Con 37 años Van Gogh se pega un tiro en un trigal. A Billie Holiday se la lleva una cirrosis hepática con 44 años. Cleopatra, cuya tumba jamás ha sido localizada, se quitó de enmedio con 38 años. Igual que el ciclista Luis Ocaña.
A todos ellos, felicidades en su santo.

sábado, 14 de junio de 2008

Héroes y villanos


El caso es que, sin tiempo a recuperarme, este sábado lo he dedicado a grabar (con mi joven productora Kosmorama) un piloto televisivo con forma tan solo en nuestra cabeza hasta que..hey, ahí vamos. Gente anónima pasando por delante de la lente, de la cámara, durante cuatro horas, expresándose a su forma y demostrando -una vez más- que todos tenemos algo de héroes y tambien de canallas, pero sobre todo de héroes. Ay, sólo hace falta rascar un poco, acercarse a alguien y preguntarle (no como una formula, no, sino de verdad, de verdad, joder, de verdad...qué cosa, tú) ¿cómo estás?¿cómo te trata la vida?, para descubrir tantas, tantas cosas: soledad, lucha, enfermedad, naufragios inesperados, incomprensión...y por encima de todo, supervivencia, tirar palante, la lucha de todos los días, levantarse y pelear, y encima reír y escuchar y levantarnos y salir y comprar el cupón de la ONCE y recoger los análisis de la revisión médica temblando no se sabe de qué ni por qué, pobres criaturas, ya que somos héroes y villanos, valientes cobardes llenos de un miedo audaz, exploradores aterrados de un mundo ajeno, desconocido y tan, tan, tan fugaz...

viernes, 13 de junio de 2008

Ingratitud


Acaban de extraerme la muela del juicio. Todo un gustazo. Así que ahora escribo esto con una gasa en el socavón (frenando la hemorragia) y bajo la influencia del Nolotil (¡viva la droga bien organizada¡). Todo ha ido bien, creo que de esta no muero, así que a seguir aguantándome, qué coño. Al terminar la masacre mi dentista va y me coloca delante la pieza extraída: "¿Te la quieres llevar?". Y yo (aturdido sin duda por una experiencia tan mística) voy y digo que no, que no, que pa qué. Y ya véis: como que ahora me arrepiento. Mi trocito de marfil, que tantas aventuras ha corrido pegado a mí (lo que ha tenido que ver y oir, el pobre, las cosas que ha visto mascar...) andará ahora junto a otros tristes deshechos, hundido por la traición de la que ha sido víctima, camino a cualquier estercolero. Qué ruin he sido. Qué menos que darle una despedida digna: construirle un pequeño ataúd de roble y darle sepultura en esa campita junto al molino de Getxo que tanto y tanto le gustaba, hacerlo a los sones de algo de Parálisis Permanente, su grupo favorito de siempre...

Tal vez todavía esté a tiempo...la consulta cierra a las siete...os tengo que dejar.

lunes, 2 de junio de 2008

Pobres criaturas

Hubo un tiempo en que los autos de choque formaron parte de nuestra educación sentimental. Tenían algo -lo veo ahora con claridad- de colocón preadolescente. Aún éramos niños (¿trece años tal vez?), pero los terribles nubarrones de la "edad del pavo" ya asomaban en el horizonte. Adiós inocencia, adiós. Adiós para siempre. Empezaba el juego duro .Los nubarrones eran densos, oscuros y en mi cabeza adquirían la forma de un tigre rugiente que poco más tarde me encontraría representado con insólita perfección en la contraportada de un disco de los Moody Blues ("A question of balance").

Acabábamos de conquistar el espacio de los domingos por la tarde y celebrábamos como una panda de idiotas ingratos el haber dado esquinazo por fin a nuestros padres y a su jodido Renault 4 y a aquellos pic-nics (maravillosos, puros, irrepetibles, lo veo ahora con tanta claridad) en los arenales de Oriñon o en las campas de Pobeña. Todo aquello había perdido sentido de sopetón, había caducado del todo, cosas de niños que ya,pobres ilusos, ya no éramos.

Había chicas a las que perseguir sin que ellas lo notaran, asuntos muy serios que discutir en tristes bancos de parques tristes y horas y horas de deambular sin dirección y sin un duro en el bolsillo. Y en una de las casillas de aquella vida nueva estaban ellos: los autos de choque.

Pura psicodelia. Lisergia de todo a cien. El placer del ruido, las luces de colores, la agresividad domesticada, los bocinazos, los gritos, los golpes de las gomas contra los bordillos metálicos, las ruedas rodando sobre el acero, el roce eléctrico y txispeante de las varas traseras de los coches contra la red superior y...la música, la música abriéndose paso entre todo aquel pandemonium...Una mezcla explosiva de Dany Daniel y el "Vals de las Mariposas" , Demis Russos y "We shall dance" , el rayo de sol de Los Diablos, el "Dejaré la llave en mi puerta" de Tony Ronald y hasta la hot-hot Suzi Quatro. Todo aquello vomitado por unos enormes bafles baqueteados en mil trasiegos de feria, sulfurados, como rescatados del mismísimo infierno. Aquello era la puerta a una nueva dimensión, un salto en el tiempo, el trailer cruel y fascinante de una vida nueva e inquietante que ya, con la velocidad de un guepardo, se nos echaba encima. A nosotros, pobres angelitos. A nosotros que, de pie e indefensos ante todo aquello, sin entender ni la identidad ni el origen de las fuerzas que nos azotaban, tan solo podíamos temblar. Temblar en silencio, sin decíselo a nadie y sin que nadie lo notara. Que para eso éramos hombres, joder.