Esta semana se cumplen 40 años del Festival de Woodstock. Cuando a las cinco y diez de la tarde de aquel viernes 15 de agosto de 1969 Richie Havens comenzaba a aporrear su guitarra a los sones de "High Flyin´Bird" todas las alarmas de la organización ya habían saltado. La afluencia es muchísimo más alta de lo esperado y todos los accesos están colapsados, mucha gente se iba a quedar sin entrar, ,los grupos no llegaban y todas las previsiones de infraestructuras se habían ido al carajo...nerviosos,tienen que convencer al bueno de Richie de que prolongue la actuación como sea...aunque tenga que improvisar. Y es lo que hace (se saca de la manga un "Freedom" vertiginoso el tío) . Tres días más tarde Jimi Hendrix pone punto final, tal y como había exigido a la organización, "yo toco el último, chicos", a tres jornadas históricas. Eran ya las nueve de la mañana del lunes, tarde, muy tarde, los horarios se habían ido retrasando de forma lógica y la suspensión temporal por una fuerte tormenta no logró mejorar las cosas. Con él se cerraba algo irrepetible, probablemente el festival más intenso y significativo de la historia y, además, el canto de cisne del movimiento hippie (la puntilla iba a llegar solo unos meses más tarde, en Altamont, con la muerte de un espectador a manos del servicio de orden de los Rolling Stones, Los Angeles del Infierno). A partir de ahí todo cambió. <
Acercarse a lo que pasó allí, en Woodstock es una gozada. Porque pasó de todo. Parte de ello está recogido en el documental que considero (de largo) como el mejor documental musical de la historia. Michael Wadleigh supo aprovechar lo que el destino le puso delante. Un jovencísimo Martin Scorsese le ayudaba en el montaje. No les pudieron negar ni el Oscar.
Bob Dylan y The Doors fueron las grandes ausencias. Junto a Led Zeppelin. Dicen las crónicas que lo de Jefferson Airplane fue impresionante. Hendrix tocó dos horas. Nunca había tocado ni tocaría tanto tiempo seguido. Un año despues estaba muerto. Como Janis Joplin, que sin embargo aquí no estuvo muy fina. Pero en medio de los grandes había "pequeños" para los que Woodstock iba a ser un trampolín. Joe Cocker fue uno de ellos, con una versión de los Beatles de aire solidario se hizo con el himno oficial del evento. Y luego la banda del gran Carlos Santana. Nadie les conocía, no tenían ni un solo disco en el mercado, apenas cobraban por estar allí, tocaron en la difícil hora de comer del segundo día y...sin embargo con siete canciones se metieron woodstock en el bolsillo. Momentos mágicos.
2 comentarios:
Sí señor, gran documental. Para mí hay dos momentazos (a parte del Santana con Jose-Chepito-Areas): El Hinno americano de Jimi Hendrix (trufado de sonidos bélicos) y el "Summertime Blues" de los mejores Who explayándose a modo.
Fue un "conciertazo" para no olvidar en la vida, perlas entre perlas, diamantes contra diamantes y entre mis favoritos sin duda Joe Cocker y el Alvin Lee puesto hasta las patas con ese rock&roll acelerado de 10 minutos.
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