martes, 22 de septiembre de 2009

El desconcertante asesinato de Bruce Springsteen



La bala entró por la sien derecha de Bruce, chocó contra la segunda pared del cráneo sin llegar a salir y, tal como estaba diseñada, giró sobre sí misma , destrozando antes de detenerse todo el tejido cerebral que pillaba a su paso. Bruce, que en ese momento acababa de cerrar la última estrofa de “Thunder road”, se derrumbó fulminado sobre el escenario. Clarence Clemmons y Van Zandt fueron los primeros en reaccionar. Arrojando sus instrumentos al suelo, se precipitaron sobre el cuerpo de Springsteen. Inclinados sobre él, vieron el desastre cara a cara. La sangre. El fin. Desde su puesto en la batería, Max Weinsberg vió la espalda de Patti, que se dirigía como flotando hacia el grupo de delante y algo le impulsó a salir a por ella. Tenía que impedir que siguiera avanzando. Sin embargo, no llegó a alcanzarla: dos miembros de seguridad le cogieron en volandas y le arrastraron hacia el fondo del escenario…Todo esto transcurría en cinco segundos -cinco, en el futuro a todos los protagonistas éste les parecería el dato más increíble-, con la banda sonora de un acople en re sostenido y ante la mirada atónita de las 30.000 personas reunidas esa noche de otoño en el parque Usce de Belgrado, junto a las tranquilas aguas del Danubio.
Unas horas más tarde, al tiempo que youtube se inundaba de videos de mala calidad tomados desde las primeras filas que mostraban los últimos segundos de vida del boss y fans de todo el mundo ocupaban indignados la calle , la policía serbia asaltaba de forma violenta la sede del grupo ultranacionalista Unidad y Renacimiento, cuyos miembros estaban conjurados en el objetivo común de reconstruir la Gran Serbia y vengar los humillantes bombardeos de la OTAN. Como resultado de la operación, un agente resultó herido y cinco miembros del partido fueron abatidos a tiros. El supuesto hallazgo en el piso de planos detallados de la disposición del escenario en el parque hizo que una tensa policía serbia – deseosa de lavar su imagen frente al exterior-diera el caso por resuelto. Vendieron a los medios la idea de que el disparo se había hecho desde una de las azoteas de los edificios que rodeaban el parque. Infrarrojos. Alta precisión. Faltaba el arma, pero a buen seguro se encontraría esa misma semana en el fondo del Danubio…A quienes vieron las graves deficiencias de este informe se les calló la boca o no se les hizo ni caso.
Y ese fue un error fatal.
El día del funeral una lluvia fina caía sobre Trenton, la capital del estado de Nueva Jersey. Las televisiones de todo el mundo mostraban la imagen del coche con el féretro avanzando lentamente y, tras él, un primer grupo de familiares y amigos más cercanos, con la viuda y los hijos al frente. Un segundo grupo, fuertemente blindado y presidido por Obama, estaba formado por autoridades políticas. El tercer grupo era el más llamativo: en él estaban prácticamente todas las caras de la industria del rock, el cine y la televisión. Y detrás de todos, una doliente riada humana imposible de calcular en número.
Rodeado por celebridades, recién llegado de las Bahamas y adormecido por el jet lag y el par de güiskis ingeridos en el bar del hotel, Lenny Kravitz caminaba con un paraguas en la mano. Estaba buscando con la mirada a Beyoncé, a la que había visto por algún lugar, allí delante a la derecha, cuando vió al tipo de la gabardina que surgía de entre los mirones que orillaban el cortejo. Era alto, delgado y rápido. En décimas de segundo, saltaba la valla de seguridad, derribaba de un golpe al miembro del servicio de orden más cercano y se lanzaba en una carrera ciega hasta alcanzar el centro del grupo de famosos. Nadie le pudo detener. Tampoco hubo un solo grito ni nada que se le pareciese. Sencillamente llegó hasta donde quería llegar. Y lo hizo gracias a una determinación total.
De pronto Lenny se vió rodeado por una luminosidad extraordinaria.
Y casi al tiempo vino la explosión.
Y la masacre.
Los serbios eran inocentes.
Había comenzado la Primera Cruzada Contra el Rock.

3 comentarios:

El Conde de MonteCristo dijo...

Justo le asesinas el día de su 60 cumpleaños, mira que tienes mala leshe. Buen relato, me ha gustado, ya veo que estás dejando volar tu imaginación....

CAMIO dijo...

Como lo lea Brust se blinda hasta la guitarra, muy bueno

Arantza Sinobas dijo...

El bruno más genuino aunque menos juguetón que de costumbre asoma en estas líneas...será que no le gusta bromear con su Tierra Santa, o sea, el ROCK!!!!